Seguridad Pasiva

La seguridad pasiva es la que pretende minimizar el impacto de un posible daño informático. Asumiendo que existen vulnerabilidades, es necesario disminuir las consecuencias.

El objetivo de las técnicas de seguridad pasiva es minimizar los efectos o desastres causados por un accidente, un usuario o un malware a los sistemas informáticos. Las prácticas de seguridad pasiva más recomendables son:

  1. El uso de hardware adecuado frente a accidentes y averías (refrigeración del sistema, conexiones eléctricas adecuadas, dispositivos SAI...)
  2. La realización de copias de seguridad de los datos y del sistema operativo en más de un soporte y en distintas ubicaciones físicas.
  3. Creación de particiones lógicas en el disco duro para poder almacenar archivos y copias de seguridad (back-up) en una unidad distinta a la del sistema operativo.

Copias de seguridad

SAI (Sistema de Alimentación Ininterrumpida)

NAS (Sistemas de Almacenamiento en red)